Estimados padres, docentes y amigos
Es muy posible que ya conozcáis la campaña que desde CEAPA hemos
puesto en marcha, centrada en los denominados deberes escolares y bajo
el mensaje que podéis ver en el cartel que da imagen a la misma: “En la
Escuela falta una asignatura: Mi tiempo libre”. Con esta carta empezamos
la fase de información y sensibilización que hemos anunciado.
Nuestra organización, al igual que las 12.000 asociaciones y las casi
50 federaciones y confederaciones que integramos, llevamos muchos años
intentando concienciar sobre lo injusto, ineficaz y contraproducente que
es la existencia de los deberes escolares. Hemos pedido hasta el
cansancio sentarnos a debatir sobre los tiempos escolares y los métodos
de enseñanza que necesitan y merecen nuestros hijos e hijas. Tiempos y
métodos que en países que consiguen mejores resultados educativos
(Finlandia o Alemania, por ejemplo) hace tiempo que ya tienen adoptados y
que les permiten educar mejor, enseñar mejor y respetar a la vez los
derechos de los menores. En sus países han puesto en el centro de la
educación al alumnado y eso se nota.
A pesar de ese intento de abrir el debate sobre el modelo educativo,
de trabajar conjuntamente para cambiar “lo que siempre se hizo así”, no
hemos avanzado mucho en el sentido que necesitamos. Es más, en lo que se
refiere a los deberes escolares, hemos retrocedido y mucho. Mientras
que los informes internacionales, de la OCDE y de la OMS entre otros, e
infinidad de estudios nos insisten en que nuestro sistema educativo está
en un camino equivocado, que más tiempo diario del alumnado a tareas
escolares no es precisamente positivo sino todo lo contrario, hemos ido
prolongando la jornada escolar total diaria del alumnado. Poco importa
si el centro educativo tiene un tipo de jornada u otra y si pasan más o
menos tiempo en el centro educativo, la carga escolar que se delega en
la familia con los deberes no ha hecho nada más que crecer. En un modelo
educativo que instruye se entienden los deberes, en uno que educa ya no
encajan.
Hoy en día, ya es frecuente encontrarnos incluso con niños y niñas de
Educación Infantil, que tienen entre 3 y 5 años normalmente, llevando
deberes para casa. Pocos, seguro que sí, pero los llevan. Desde ese
momento, el tiempo dedicado a estos se va incrementando y los niños de
Educación Primaria, a sus cinco horas diarias de clase, añaden varias
más para acumular una jornada de trabajo que algunos adultos no
aceptarían. Cuando llegan a la Educación Secundaria, si no antes, su
tiempo libre se ha esfumado. Los datos nos dicen que llegan a tener
hasta 60 horas a la semana dedicadas a satisfacer las imposiciones del
sistema educativo. Trabajan mucho más tiempo que un adulto. Y son
menores de edad. Las familias lo sabemos muy bien, vemos la realidad
diariamente en nuestras casas.
Deberes toda la tarde y fines de semana
sin salir.
Resulta demoledor comprobar cómo muchas personas piensan, y afirman
públicamente, que los niños y niñas se tienen que acostumbrar a sufrir
desde muy pequeños para una vida que será muy dura. En lugar de buscar
la forma de prepararlos para la vida respetando sus derechos, asumen que
serán vulnerados y les acostumbran a que ello suceda.
Estas personas forman parte de todos los sectores, también las
encontramos entre las familias con cierta facilidad. Pero es
imprescindible hacerles ver que la sociedad no puede aceptar por más
tiempo que sigan actuando como si los menores tuvieran varias vidas a su
disposición y como si no pasara nada por malgastar la primera. No, la
infancia y la adolescencia que no se disfrutan no van a volver. Sólo
tienen una oportunidad y los adultos hemos decidido, de momento,
quitársela.
Pero no nos engañemos, si los deberes escolares existen es porque
entre todos y todas hemos dejado que sigan existiendo. Así que, en mayor
o menor medida, nadie está exento de responsabilidad en ello. CEAPA se
rebela frente a esto y os animamos a que lo cambiemos juntos.
El pasado jueves, 22 de septiembre, dimos a conocer la campaña a los
medios de comunicación. La acogida mediática ha sido, como esperábamos y
deseábamos, muy positiva y el impacto mediático ha sido de gran
relevancia. Explicamos allí en que consiste la campaña y, mediante esta
carta, pretendemos haceros llegar de forma directa en qué consiste y
cómo podéis participar en ella de forma activa. Es muy sencilla y ha
sido fruto de varios meses de debate en el seno de CEAPA.
La campaña está vinculada a una Web (
www.educacionsindeberes.org),
propiedad de CEAPA. En la misma podéis encontrar la información básica
que la justifica y apoyar, introduciendo vuestros datos, expresamente
la misma. Su desarrollo tiene dos etapas claramente diferenciadas.
La primera se desarrolla desde el día del lanzamiento y durante todo
el mes de octubre. En esta fase, nuestros esfuerzos se van a centrar en
dar a conocer la campaña, sensibilizar y concienciar más a toda la
sociedad y en dar herramientas a los padres y madres para que puedan
hablar con los docentes de sus hijos e hijas para implicarles en lo que
planteamos para la segunda fase. Desde CEAPA, así como desde las
federaciones y confederaciones que se integran en la misma, vamos a
realizar todo tipo de iniciativas para dialogar con los representantes
del profesorado, de forma que entiendan perfectamente el objetivo de la
campaña y la asuman también como propia. Desde las asociaciones se
hablará con los centros educativos con la misma intención. Los padres y
madres pueden, por supuesto, hablar con los docentes con los que se
relacionan. Son nuestros aliados, así que debemos intentar que
comprendan y apoyen nuestra actuación.
La segunda fase se realizará durante el mes de noviembre y es muy
sencilla. Los padres y madres debemos recuperar tiempo familiar.
Queremos pasar más tiempo con nuestros hijos e hijas. La sociedad afirma
necesitar que ello suceda y es cierto, debe suceder. La educación es
mucho más que el currículo escolar. No es suficiente con enseñarles
conocimientos y ayudarles a superar exámenes, debemos educarles,
transmitirles valores y todo ello no es posible si no podemos pasar
tiempo con ellos. Para educar bien a nuestros hijos e hijas necesitamos
que nos dejen hacerlo, necesitamos que la escuela no invada nuestro
espacio como lo hace en este momento y que nos devuelva el espacio
familiar que nos ha arrebatado. Por eso, vamos a reclamar los fines de
semana de noviembre para poder empezar a cambiar las dinámicas. Nuestros
hijos e hijas afirman que quieren estar más tiempo con sus padres y
madres, pero no pueden. Los deberes escolares, y otras cosas más que
también tendremos que intentar cambiar socialmente, se lo impiden. En el
fondo esta campaña es una actuación más para cambiar el modelo actual,
arcaico y desacertado.
Pidamos a los docentes de nuestros hijos e hijas que durante esos
fines de semana no les manden deberes, podemos y debemos prescindir de
estos. Para ello, debería ser suficiente con hablar con dichos docentes y
plantearles que no deben hacerlo porque nuestra decisión familiar es
que esos fines de semana se realicen actividades familiares que son
incompatibles con la exigencia de realización de los deberes. Con
seguridad, la inmensa mayoría entenderán nuestra petición y se mostrarán
favorables a ello, entre otras cosas porque es nuestro tiempo y somos
nosotros los que, en todo caso, deberíamos aceptar previamente que se
invada. Si decimos que no lo aceptamos, nadie tiene derecho a imponernos
su posición porque el ámbito familiar es un ámbito privado.
A los docentes, desde CEAPA os pedimos que aceptéis con normalidad la
petición de las familias, es su derecho. En la mayoría de las ocasiones
en las que os encontráis ante esta situación, sin que coincida con
nuestra campaña, así lo hacéis. No hay motivo para negarse nunca, por lo
que tampoco debería existir en esta ocasión una negativa. Os
agradecemos de antemano vuestra colaboración que, sin duda, se
producirá.
Sólo en algunos casos encontraremos docentes que cuestionen nuestra
autoridad como padres y madres y se nieguen a atender nuestra petición
de que respeten nuestro tiempo familiar. En esas ocasiones, lo que
ocurrirá es que nuestros derechos se cuestionan y, obviamente, debemos
hacerlos valer. En cualquier caso, podemos y debemos ejercer los mismos
sin necesidad de entrar en conflictos innecesarios. Os pedimos que os
limitéis a realizar las actividades familiares, explicarles a vuestros
hijos e hijas que los deberes que les han mandado entran en conflicto
con las necesidades de la familia y que vuestra decisión, ante un
escenario en el que no es posible atenderlo todo, es priorizar las
actividades familiares porque son más importantes que los deberes de ese
fin de semana. Será importante explicarles que, al ser una decisión de
su familia y no una negativa de ellos y ellas a la realización de las
tareas, se entregará un documento explicando dicha situación en su
centro y que no tendrá consecuencia negativa alguna. Ni puede ni debe
tenerla. Desde CEAPA difundiremos antes de llegar al mes de noviembre un
documento, a modo de plantilla, para facilitaros la comunicación a los
centros educativos.
Igual de importante que defender nuestros derechos es no hacer
comentario negativo alguno hacia los docentes, incluso aunque nos
hayamos podido encontrar ante comportamientos difíciles de entender. Los
lunes siguientes vuestros hijos e hijas volverán a sus centros
educativos y para ellos y ellas estos fines de semana deberán ser
experiencias gratificantes, lo que no podrá producirse si nuestros
comentarios dañan lo más mínimo la relación que tienen con sus docentes.
No podemos permitir que estos cuestionen nuestra autoridad como padres y
madres, pero tampoco podemos contribuir nosotros a que ellos y ellas
vean mermada la que deben tener en los centros desde un punto de vista
estrictamente pedagógico.
Finalizado el mes de noviembre, entre todos y todas haremos un
análisis de lo sucedido y extraeremos conclusiones que nos permitan
tomar decisiones sobre futuras actuaciones. De lo que estamos seguros es
de que la vida escolar no se verá perjudicada por recuperar estos fines
de semana para dejarlos libres de deberes escolares. Al contrario, el
clima mejorará en los centros educativos porque nuestros hijos e hijas
volverán realmente descansados y más motivados para volver a la
actividad lectiva.
Por último, además de agradeceros que hayáis leído esta carta, algo
extensa pero necesaria para poder explicar bien la campaña, los motivos
para hacerla y lo que queremos conseguir, sólo nos queda animaros a
llevarla a cabo y pediros que nos trasladéis vuestras impresiones,
vivencias y, si existen, sinsabores. Necesitamos recoger la máxima
cantidad de información sobre lo sucedido para poder calibrarlo bien y
así poder acertar en los próximos pasos. Desde CEAPA os seguiremos
informando del desarrollo de la campaña y de las actuaciones que vamos a
ir realizando.
Y si usted, lector o lectora de esta carta, no está de acuerdo con
nuestra campaña, no se intranquilice lo más mínimo, para sus hijos e
hijas todo seguirá como siempre. Lo máximo que les puede ocurrir es que,
cuando salgan del centro educativo esos viernes le digan: “mamá, papá,
este fin de semana no tengo deberes, qué bien”.
Gracias de nuevo y recibid un afectuoso saludo.
Fdo. : Junta Directiva de CEAPA